Se da el nombre de “ojo seco” a todas aquellas situaciones en las que los ojos no tienen una buena lubricación. Se trata de un problema muy frecuente, ya que afecta:

  • A 6 de cada 10 personas mayores de 45 años
  • A 8 de cada 10 personas mayores de 60 años

Muchas de estas personas desconocen que sus ojos ya no están tan bien lubricados como lo estaban años atrás, y no acuden al médico hasta que sufren algún trastorno más serio, como puede ser una infección ocular provocada precisamente por esta lubricación insuficiente.

¡Hay que evitar llegar a estos extremos!

¿Cómo se nota si tengo “ojo seco”?

Los síntomas de que algo no funciona correctamente en tus ojos pueden ser:

  • Picor o ardor
  • Sensación de tener algo en los ojos
  • Enrojecimiento
  • Sensibilidad a la luz
  • Molestias al usar lentes de contacto
  • Dificultad para conducir de noche
  • Visión borrosa
  • Sensación de “ojos cansados”
  • Ojos llorosos (respuesta del organismo a la sequedad ocular)

Si sientes uno o más de estas molestias de forma habitual, deberías consultar al oftalmólogo.

¿Cuáles son las causas?

La más importante es la edad. Con el paso de los años, fabricamos cada vez menos lágrimas y de peor calidad. En las mujeres, esta situación se acentúa con la menopausia.

Otro factor es la alimentación. Un déficit de omega-3 o de vitamina A, suele reducir la hidratación ocular.

Algunas actividades influyen. Si pasas mucho tiempo ante la pantalla del ordenador, parpadeas menos y en consecuencia no lubricas bien los ojos. Tampoco ayuda permanecer muchas horas en ambientes secos o cargados de humo.

Hay enfermedades que provocan sequedad ocular. Por ejemplo: la diabetes, el asma, el lupus, la artritis reumatoide, el síndrome de Sjögren, etc.

Ciertos medicamentos también tienen su parte de culpa. Por ejemplo: los antihistamínicos, los descongestionantes, los antidepresivos, los antihipertensivos, etc.

¿Qué hay que hacer?

Por supuesto, seguir al pie de la letra las instrucciones de un profesional de la salud.

Desconfiar de las fuentes de información de origen dudoso.

Utilizar únicamente productos elaborados por marcas de reconocido prestigio y garantía. En casos de “ojo seco”, son muy habituales:

  • Baños oftálmicos
  • Gotas hidratantes
  • Lágrimas artificiales

¡Tus ojos son demasiado valiosos y delicados como para no dedicarles el mejor de los cuidados!